Arándanos deshidratados
Los arándanos son una de las frutas deshidratadas que están siendo cada vez más populares en la cocina. El arándano fresco tiene una gran cantidad de características beneficiosas para la salud, que se mantienen cuando pasan por un proceso de deshidratación, al igual que otro tipo de fruta deshidratada.
Los arándanos ofrecen una buena cantidad de nutrientes, vitaminas y fibra, por lo que son muy adecuados para tomar en determinadas situaciones en las que se requiere un aporte extra de energía. Las vitaminas que contiene esta fruta deshidratada convierten los arándanos deshidratados en una buena opción para complementar cualquier plato donde se pueda añadir este aditivo deshidratado.
Los arándanos deshidratados son una buena fuente de energía extra
En la cocina se pueden utilizar los arándanos deshidratados para las elaboraciones de varios platos, además de poder ser utilizados como ingredientes de productos de bollería y pastelería. También pueden ser consumidos directamente, ya que resultan una fruta deshidratada de buen sabor y aportan mucha energía.
Eso sí, hay que vigilar su consumo, ya que tomando una pequeña cantidad de arándanos deshidratados se puede igualar una cantidad muy superior de arándanos frescos, con una cantidad de azúcar excesiva, que puede no sentar nada bien. El uso de los arándanos deshidratados en cocina o en la panadería y repostería ha de realizarse sabiendo esto para utilizar la cantidad necesaria para que aporten el sabor justo y no resulte contraproducente para la elaboración del plato.
La fruta deshidratada es ideal para la elaboración de platos en cocina, ya que sus especiales características le permite mantenerse en buen estado durante largos periodos de tiempo y pueden utilizase en distintas elaboraciones sin riesgo a que se estropee. Los arándanos deshidratados también mantienen su frescura y características durante mucho tiempo y ofrecen un sabor excepcional a las elaboraciones que incluyan estas bayas deshidratadas.